Diseño atractivo, funcionalidad, mano de obra sólida: esto debería caracterizar las lámparas para una habitación infantil. Al fin y al cabo, es allí donde los más pequeños pasan la mayor parte del tiempo, por lo que este espacio debe estar óptimamente iluminado.
De hecho, se dice que cada habitación debe contener al menos tres fuentes de luz: techo, escritorio y luz nocturna. ¿A qué modelos de lámparas vale la pena prestar atención para la habitación de tu hijo? A continuación, te lo contamos:
Lámparas de techo
La lámpara de techo, que puede ir acompañada de apliques, lámparas de mesita de noche o modelos de escritorio, es sin duda lo más importante en la habitación de un niño. Entre las lámparas de techo, definitivamente se destacan los plafones o lámparas de techo, que tienen una forma extremadamente universal y simple.
Gracias a esto, puedes adaptarlos fácilmente a cualquier habitación, sin importar si es de un bebé, un niño en edad preescolar o un adolescente. La gran ventaja de todos estos tipos de lámparas es también que funcionan bien en habitaciones extremadamente bajas. Si lo desea, también puede elegir un techo típicamente infantil, por ejemplo, en forma de nube, que será una decoración adicional para una habitación infantil.
Lámparas colgantes
Las lámparas colgantes ocupan un lugar especial entre las lámparas de techo. Pueden ser, por ejemplo, candelabros clásicos, que gustarán especialmente a las niñas. Así mismo, seguramente les gustarán los modelos rosas o morados, decorados con cristales o mariposas. Por su parte, aquellos que recuerdan a juguetes para niños, decorados con figuras de aviones, animales o personajes de sus cuentos favoritos, serán perfectos para las habitaciones de los niños. Todos estos tipos de lámparas de araña permitirán a los niños domar el miedo a la oscuridad y facilitarán que aprendan a conciliar el sueño de forma independiente, mientras que los mayores les proporcionarán una gran diversión.
Lámparas de pie
A veces, al arreglar una habitación infantil, te olvidas de las lámparas de noche de pie que acompañan a los más pequeños mientras se duermen. No deben emitir una luz demasiado brillante o demasiado fría. Las lámparas LED funcionan bien aquí, en las que puede ajustar su intensidad. Vale la pena prestar atención a los pequeños modelos de pie que se pueden colocar en las mesitas de noche u otros lugares prácticos cerca de la cuna. Dependiendo de tus preferencias y las de tu hijo, pueden tener forma de conejitos, ciervos, ositos de peluche, etc. Es importante que no tengan bordes afilados, de lo contrario, el niño puede lastimarse. Las lámparas también deben estar desprovistas de piezas pequeñas que un niño pequeño pueda tragar.
Lámparas de pared
En lugar de lámparas de pie, también puedes colocar modelos de pared de bajo consumo junto a la cuna, que también funcionarán como lámparas de noche. Emiten una luz agradable y sutil que relaja y permite descansar mejor. También puede optar por lámparas con formas de nubes, arcoíris o coches, aunque, si quieres que la habitación madure con tu hijo, merece la pena elegir formas más universales y neutras. Recuerde no instalar lámparas de pared y otras lámparas directamente sobre la cabeza de la cama o cuna de tu hijo.